No se trata de olvidar, sino de recordar sin que te duela.

martes, 18 de enero de 2011

Nuestro muro.

Había una vez un precioso muro. Ese muro se fue construyendo poco a poco, se empezó por un ladrillo y se terminó con un graaaaaan y largo muro lleno de recuerdos y cosas bonitas. Un día vino un fuerte viento que hizo que el muro se desequilibrara y empezasen a caer al suelo todos y cada uno de los ladrillos. Cuando ya pasó la tempestad, se volvió a construir con mucho cuidado y paciencia, protegiéndolo más de como estaba antes, así si vuelve a pasar esa temida tempestad el muro no caerá y podrá seguir creciendo a base de buenos recuerdos.

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