No se trata de olvidar, sino de recordar sin que te duela.

domingo, 6 de marzo de 2011

Baila hasta que no sientas los pies...

Vuelvete loco buscando el baúl de los disfraces, ábrelo, coge una peluca y pruébatela, luego verás el disfraz de payasito que te pusiste cuando tenías cinco años. Mírate al espejo, haz una mueca y sé feliz. Imagínate ya con ese disfraz, que tanto te costó encontrar puesto, rodeado de gente que se mueve al son de la música mientras sientes ligeros empujones que llegan de todos los lados. Siéntete libre, que tienes la capacidad de poder hacer lo que te plasca. Luego busca un rinconcito escondido en la calle y pégale un buen trago, sabes que te vendrá mejor que nada. Sigue a la multitud, cogido de la mano de tus amigos, para no quedarte solo. Échale el ojo a esa monada y vete a por él, hoy no hay nada ni nadie que te lo impida. Mientras tanto no pares de bailar, baila hasta que no sientas los pies. Finalmente DISFRUTA.

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